lunes, 23 de junio de 2008

Volvió Una Noche

La noche estaba estrellada y cálida, ideal para el jolgorio y la fiesta. La ocasión era ideal y los dioses estaban de nuestro lado, ya que se levantó el paro del campo, Copo de Nieve le afanó el auto al nieto, y como una voltereta del destino, hasta la Catedral de Olivos organizó por única vez el sistema free pass para caballeros.
El cazador de tapires más grande que dio la Argentina, con plácet de Embajador de la UNESCO y Casco Rosa de la ONU, cansado de los aduladores de siempre y de sus sucesores que no le llegan ni a los tobillos, descolgó sus zapatos de charol, su chalina de algodón y el saco de alpaca; y se dejó llevar en 4 ruedas rumbo a zona norte, hacia el Wimbledon de la Noche.
El día soñado para los fanáticos de la caza de tapires llegó, y después de 3 años de su último retiro de las pistas, ocurrido en el mítico BLAZER de la calle Cabrera, el hombre que amó más toneladas de tapires que ningún otro ser humano en la faz de la tierra, regresó y pareció que el tiempo nunca pasó.
A medida que el olor a cigarrillos, el humo artificial y las gotas de cerveza se agolpaban en sus poros, el Casco Rosa se fue transformando y el DJ, sabedor de lo que le gusta al público, inició su seguidilla de música latina y cumbia, a lo que el cazador respondió con su inigualable contorneo de pelvis y swing.
En el momento preciso se hizo la luz, y desde el centro de la pista apareció un tapir de 160 centímetros de amor y 180 kilos de pasión, exhumando el aroma típico del animal en celo, una presa de lujo para un campeón de lujo. El maestro retiró su daga y con un juego de movimientos sensuales incrustó el filo en el lugar justo, dejando atrás 3 años de sequía.
Muchos han dicho que estuvieron en la despedida de Sui Generis, el debut del Diego, el cumpleaños humillante del Comandante, el regreso de Soda, pero nunca lo han comprobado; yo sí puedo decir que estuve presente el día que el cazador regresó a la pistas. Él…. volvió una noche.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cazador de Tapires hay uno sólo, viva el casco rosa, no te mueras nunca... La leyenda está intacta..Gracias por existir¡¡¡¡

Anónimo dijo...

Siempre lo tenemos presente como uno de los Cascos Rosas mas intrépidos. Saludo este regreso con sumo beneplácito.