Familiares de la vaca asesinada por la Tota piden justicia

La familia de la vaca asesinada por la Tota Santillán sigue acusando de desidia a funcionarios y autoridades judiciales por la falta de medidas concretas en la investigación. Tal como se recordará e informó este blog, el día 3 de marzo a las 2 de la madrugada, en el kilómetro 357 de la autovía 2, entre las localidades de Vivorata y Coronel Vidal, el rodado en que se desplazaba el artista conocido como Tota Santillán o El Cochinote, una Toyota de color negro, impactó de llenó contra el animal vacuno que cruzaba ese acceso en dicho instante. “La Tota” Santillán no pudo actuar con rapidez y se llevó por delante a la vaca, pero salvó su vida de milagro, así como también la persona que lo acompañaba. No fue el caso del vacuno, que murió en el acto tras ser embestido por el voluminoso conductor.
Pero lo que pareció ser una anécdota o una nota de color más a las que nos tiene acostumbrados TELENOCHE, en los últimos días viró 180 grados dando un giro sorpresivo. La causa, que lleva la División Delitos Vacunos del Ministerio de Seguridad revela una trama de complicidades entre tratantes de diversos países que intercambian restos de animales como mercancía. Pero no se efectuaron detenciones ni allanamientos.
Por ello, la familia de la vaca (la asesinada, no la familia de La Tota), envió un panfleto a mi escritorio, descubierta en las puertas de nuestra redacción por Emilio Disi, que al grito de: “EL VINO EN TETRA NO SE MANCHA” me la dio en mano, y en la que se denuncia la existencia de una red internacional encargada de traficar los restos carnicos de los pobres animalitos en el mercado negro, obteniendo un margen de ganancia mayor que ofertándola en COTO, cuyo modus operandi consiste en simular accidentes en las rutas, en las que vehículos portentosos impactan con vacas provocándoles la muerte instantánea, con el fin de no levantar sospechas. Incluso, se deja entrever que no sería ajena a esta operatoria la historia del chupacabras, asimilable a la del LOCO de la RUTA, en la que la red de prostitución marplatense esconde sus crímenes endilgándoselos a este personaje ficticio.
Los denunciantes no descartan que La Tota haya sido utilizado como agente kamikaze de la organización, o forme parte de la misma, en los peldaños máximos del escalafón. Como siempre, continuaremos investigando. A la Marosca¡¡¡¡